
Las órtesis son una parte esencial en la vida cotidiana de muchas personas, aunque a menudo no se les reconozca por su nombre técnico. Estos dispositivos están diseñados para proteger, estabilizar o corregir diferentes partes del cuerpo, ayudando a aliviar el dolor o a recuperar la movilidad después de una lesión. Van desde simples muñequeras hasta sofisticadas férulas articuladas o corsés ortopédicos, y cada uno tiene una función específica.
En las tiendas de ortopedia, tanto físicas como online, existe una oferta muy amplia de órtesis dirigidas a satisfacer diferentes necesidades y niveles de soporte, siendo imprescindible saber identificar cuál es la parte del cuerpo que requiere una estabilidad o corrección y qué tipo de dispositivo puede aportar una mejor ayuda.
En las siguientes líneas se exponen los principales tipos de órtesis en función de que se trate de una u otra parte del cuerpo y en qué situaciones suelen recomendarse para ayudar a su elección de forma segura, cómoda y bien orientada.
Ortesis para el miembro superior: soporte, precisión y alivio
Las órtesis para el miembro superior están diseñadas para cuidar las articulaciones y músculos del hombro, brazo, codo, muñeca y mano. Son bastante comunes entre deportistas, personas que pasan mucho tiempo frente a la computadora, o aquellos que están en rehabilitación después de una fractura o cirugía.
- Muñequeras y férulas de mano: estas ayudan a estabilizar la articulación, reducir la inflamación y aliviar el dolor que puede causar la tendinitis, el síndrome del túnel carpiano o el uso excesivo.
- Coderas y ortesis de codo: se utilizan en casos de epicondilitis (también conocido como codo de tenista), lesiones musculares o inflamaciones recurrentes.
- Cabestrillos y soportes de hombro: son útiles para aliviar el peso del brazo o mantener la articulación en una posición específica durante la recuperación.
Estos dispositivos proporcionan sujeción sin limitar por completo el movimiento, lo que permite continuar con las actividades diarias con menos molestias. En muchas tiendas de ortopedia, se ofrecen versiones elásticas, rígidas o articuladas según la fase de la lesión y el nivel de soporte que necesite el paciente.
Órtesis para el miembro inferior: estabilidad y protección articular
Las órtesis de piernas y pies son las más utilizadas dentro del ámbito ortopédico, ya que las extremidades inferiores soportan la mayor parte del peso corporal. Su función principal es dar estabilidad, corregir alineaciones o disminuir la carga sobre las articulaciones.
- Rodilleras: se emplean en lesiones de ligamentos, meniscos o procesos artrósicos. Pueden ser simples, con compresión, o articuladas para controlar el rango de movimiento.
- Tobilleras: ofrecen soporte ante esguinces, inflamaciones o inestabilidad crónica. Las hay elásticas, con velcro o con refuerzos laterales.
- Órtesis plantares o plantillas ortopédicas: corrigen alteraciones de la pisada, reparten la presión y mejoran la alineación corporal. Son esenciales tanto en deportistas como en personas con pies planos, fascitis plantar o sobrecargas.
En tiendas especializadas como Ortopedia Para Ti se pueden encontrar distintos modelos adaptados al grado de soporte que requiere cada paciente. Además, ofrecen guías y recomendaciones sobre tallas, materiales y tipos de cierre, lo que facilita la elección incluso en compras online.
Órtesis para el tronco: equilibrio y corrección postural
Las órtesis de tronco están diseñadas para mantener la postura adecuada y proteger la columna vertebral. Son de gran utilidad en tratamientos de escoliosis, hernias discales o dolores lumbares crónicos.
- Fajas lumbares y dorsales: alivian la presión sobre la zona baja de la espalda y proporcionan soporte muscular durante el esfuerzo físico. También se utilizan de manera preventiva en trabajos que requieren levantar peso o permanecer mucho tiempo de pie.
- Corsés ortopédicos: se emplean en correcciones posturales o como parte del tratamiento de deformidades vertebrales. Se fabrican en materiales ligeros y transpirables para facilitar su uso prolongado.
- Collarines cervicales: limitan los movimientos bruscos del cuello tras un latigazo cervical o cirugía, y ayudan a mantener la cabeza alineada con la columna.
Estas órtesis no sólo ofrecen alivio, sino que también fomentan la reeducación postural, algo esencial para prevenir nuevas lesiones o recaídas.
Órtesis pediátricas: acompañar el crecimiento
Los niños también pueden necesitar órtesis, especialmente durante su desarrollo. En esta etapa, estos dispositivos ayudan a corregir posturas, mejorar la marcha y evitar la progresión de problemas estructurales.
- Órtesis de pie y tobillo (AFO): se usan en niños con alteraciones neuromusculares o problemas de equilibrio.
- Correctores posturales infantiles: ayudan a mantener una posición adecuada durante las horas de estudio o uso de pantallas.
- Órtesis de mano y muñeca: se emplean en rehabilitaciones específicas o para favorecer el movimiento en casos de parálisis parcial.
El seguimiento por parte de un especialista es esencial, ya que las medidas deben revisarse periódicamente para adaptarse al crecimiento del niño.
Materiales y mantenimiento: la clave de la durabilidad
La efectividad de una órtesis no solo se basa en su diseño, sino también en el material y en cómo se utiliza. Los modelos más recientes utilizan tejidos elásticos, neoprenos técnicos o termoplásticos moldeables, que logran un equilibrio perfecto entre ligereza y sujeción. Es fundamental mantener la órtesis limpia y seca, revisar los cierres y reemplazarla cuando empiece a mostrar signos de desgaste; estos son hábitos esenciales para alargar su vida útil.
Las tiendas de ortopedia juegan un papel crucial en este proceso, ofreciendo asesoramiento especializado y productos certificados que aseguran tanto confort como eficacia. Familiarizarse con los diferentes tipos de órtesis y su función es el primer paso para cuidar nuestro cuerpo de manera responsable y mantener la movilidad a lo largo del tiempo.